Igualdad no es querer “todo gratis”

Hay situaciones de injusticia que saltan a la vista y respecto de las cuales cualquier vecino o vecina podría darse cuenta perfectamente. Si fuese testigo Usted de una disputa por la corona mundial de box en que a un boxeador que pesa 60 kilos le ponen al frente uno de 90, ¿no sería eso ciertamente injusto?.

Pero si el boxeador de 60 kilos exigiera que le pongan al frente a uno de su categoría, según la programación de la derecha apátrida ese boxeador estaría pidiendo que le regalen la corona, que lo quiere todo gratis.

Mire acá esta otra pelea entre las condiciones de vida de Las Condes y Puente Alto. ¿Qué comuna pesa 60 kilos acá?, ¿La que puede disponer de un presupuesto mensual de casi 900 mil pesos o la que solo puede atender a su gente con un presupuesto por persona de 128 mil?.

En términos comunales hay muchas cosas que se pueden resolver mejorando la gestión y combatiendo la corrupción, pero estrechar la diferencia abismante entre los recursos de las comunas ricas con las pobres no pasa por ahí, es parte de una lucha más amplia, más profunda y más radical.

La salud de Puente Alto, la calidad de sus colegios, el sueldo de sus profesores y funcionarios, la ausencia o presencia de médicos especialistas, las veredas, las áreas verdes. Estas son apenas alguna de las cosas en que se va definiendo la vida de pobres que reservaron para las comunas como Puente Alto, porque no quieren, porque no les importa generar las condiciones materiales y económicas que le permitan a nuestro pueblo poder surgir, sin regalos, surgir simplemente teniendo condiciones igualitarias para hacerlo.

Comuna o Nada, que los pueblos manden.