Entrevista con Iván Carrasco.
Dirigente social histórico, militante y actual tesorero de Igualdad.
Por Ignacio Muñoz Cristi. Militante MPL-Igualdad.
Escuela Psicosocial Martín-Baró del MPL.
Iván: El intento de tener un partido desde los pobladores y los movimientos sociales a mi juicio parte aproximadamente entre el 2006 y el 2008. En ese tiempo a mí me tocaba ser dirigente del ANDAH Chile, una agrupación de deudores que había crecido mucho desde su fundación el 2004, tuvo un crecimiento muy explosivo a partir de lo que fue la deuda habitacional y los remates de viviendas, llegamos a formar asambleas muy masivas y en muchas regiones de Chile, después eso tuvo una segunda derivada en los deudores bancarios, y en ese proceso, nos enfrentamos mucho a los partidos políticos y a los diputados, a la clase política en general. Porque los dirigentes que estábamos ahí teníamos que tener algún grado de autonomía o más bien teníamos la necesidad de resguardar el movimiento frente a las maniobras políticas permanentes que venían desde la derecha y la Concertación. En ese minuto, estoy hablando del 2005 por ahí, dentro del ANDHA Chile había varias fuerzas políticas. En el ANDHA había otros movimientos, como el MPL, bueno en ese tiempo no se llamaba MPL, más bien se trataba de un movimiento de allegados, que se había formado a partir de la toma de terrenos de Nasur. Entre los dirigentes estaba Alexis Parada, un compañero con el que habíamos militado en otra orgánica anterior (La Zurda), habíamos levantado un movimiento de allegados en la comuna de Peñalolen para darle un sustento a la lucha del campamento y para generalizar y regenerar la lucha por la vivienda, a partir de ahí generamos tres experiencias de trabajo de allegados, que fue una en Peñalolen, otra en Macul y otra en Huchuraba, e iniciamos planificación de tomas de terrenos, etc. etc. Bueno, en Huechuraba nos va mal, nos reprimen, nos sacaron la cresta, se pierde un poco el movimiento, y en Peñalolen se articula una nueva posibilidad de hacer toma de terrenos que se coordina con la asunción de Bachelet.
En ese momento también se define el ANDAH Chile, yo participaba en las dos partes, y se define iniciar una huelga de hambre, luchando por la condonación de la deuda. Pero el PC, que tenía acuerdos con la Concertación, le quería dar a Bachelet una tregua, como le llamaban, de unos meses para que asumiera una serie de puntos reivindicativos. Eso, que era la política nacional del PC, se traduce en distintas operaciones en distintos frentes en que ellos trabajaban, sindicales, poblacionales, derechos humanos, que se yo. Y en el caso del asunto poblacional y de vivienda, ellos tratan de llevarnos a nosotros al acuerdo de este famoso pacto o tregua, lo cual masivamente rechazamos porque en el fondo la lucha social no se mide con las lógicas de los partidos ni de las cúpulas políticas, se mide a partir de la urgencia inicial de la gente. Nos parecía a nosotros súper buena la instancia de que asumiera Bachelet y que se comprometiera con este tema, y por lo tanto había que presionar, y por lo mismo se planifican varias cosas, movilizaciones, tomas de terreno y huelgas de hambre. En ese contexto se da la ruptura de ANDHA Chile, se va el PC del ANDHA Chile, hay una disputa interna fuerte, y un sector de gente se va también, básicamente gente que estaba participando en el conglomerado Juntos Podemos. También se da un rompimiento en la toma de allegados, porque el PC se retira de la toma, por esta misma lógica digamos. Había compas que tenían responsabilidades en la toma, y se retiran de eso con lo que se generó una fricción interna del movimiento de allegados, y también da origen a que los compañeros que militaban en la J, se vallan de la J, del PC, entre muchas razones más, porque no es tan automático, no se van al tiro, y en varias partes se comienza alinear un poco el mundo poblacional en torno a estas dos tácticas, que eran, seguir la lucha y presionar al gobierno de la Concertación y la Bachelet que aparecía como progresista, o pactar, bajar el moño. Eso también lo vemos ese mismo año con la revolución pingüina, donde no teníamos ninguna influencia, pero donde la J ya estaba echando abajo la revolución pingüina, y otro sector de la J empujándolo para adelante. Entonces ahí se empieza a fundar en el campo poblacional una agrupación de dirigentes poblacionales que tenían una postura mucho más rupturista, de lucha, de enfrentamiento con el gobierno de la Concertación, por mucho que lo encabezara ahora la “progresista” Bachelet. Eso genera que en el ANDHA se empieza a dar un rechazo muy fuerte hacia los partidos políticos. Nosotros también cuidando el espacio impulsábamos eso. Hasta que un día en una asamblea de pobladores por Talagante, aparece un vecino y dice: “puta todos estos hueónes valen hongo, ¿por qué no hacemos un partido nuestro?”. En ese momento los compas y yo éramos más bien de las tesis abstencionistas, la tesis de que la lucha radical del pueblo pobre iba a generar condiciones políticas para botar al gobierno con pura movilización popular desde abajo. Esa tesis es la que veníamos construyendo con varios compañeros hacer hartos años, peor nos damos cuenta que no era tan fácil, que la cosa era más complicada y que ya habíamos vivido la experiencia, y permanentemente la vivíamos, de que los dirigentes sociales muchas veces terminaban siendo cooptados, capturados por los partidos políticos, cualquiera de ellos digamos, y no había un espacio de permanencia dirigencial más allá de sus luchas. Por ejemplo cuando teníamos movilizaciones o grandes conflictos, por ejemplo el caso de los deudores, apareció un decreto que decía, ahora serán condonados todos los que vienen de campamentos, y eso significaba que la semana siguiente todos los que vivían en campamento no seguían participando en la movilización. Entonces ahí te das cuenta que la gente volvía a sus vidas cotidianas y a ser parte de la maquinaria municipal de los partidos.
De ahí nosotros empezamos a ver la necesidad de construir un instrumento político, que le dé a los dirigentes más politizados, un espacio donde seguir participando y militando. Eso ya el 2006, 2007 lo habíamos pensado y le habíamos dado hartas vueltas, pero el 2007, 2008 nos damos cuenta que no bastaba lo que había, teníamos que formar un partido político y legalizarlo. Porque en los periodos electorales se nos venía la maquinaria del sistema con tuti y nos dejaba la cagada. Así que en ese proceso conversamos con los hermanos con los que nos habíamos conocido en la lucha, y empezamos a instalar esta idea de tener un partido, y ahí empezamos a juntarnos, con los compañeros del MPL, nosotros en el ANDAH teníamos un sector que se llama ANDHA Chile a Luchar, y bueno, nos juntamos con varios otros compas y referentes. Empezamos el proceso y lo primero que hicimos fue constituir un partido que se llamaba SOL, que no funcionó, murió ahí porque nunca logramos juntar las firmas, nunca empezamos a hacer campaña para juntar las firmas, porque estábamos metidos en 20 mil hueás po. Después empezamos a convocar un referente más amplio que se llamaba MPT (Movimiento de los Pueblos Trabajadores), con la idea de hacer del MPT una instancia de reunión de luchas, y plantear el tema de un partido legal como paraguas de todos los movimientos sociales. Ahí participa el ANDHA Chile, el MPL, MPST, bueno, varios lotes. Se convocaron cerca de 60 organizaciones, nosotros fuimos impulsores de eso desde el principio. Pero, tuvimos el problema de que a esa actividad convocamos también a compañeros abstencionistas, que no estaban de acuerdo con los partidos legales, de hecho no estaban de acuerdo con las elecciones, y nos queda la escoba porque pensando que nosotros podíamos llegar a un acuerdo con ellos ahí, en el fondo no se da. El MPT se funda principios del 2009, estuvimos meses discutiendo con ellos en estos tira y afloja, y al final, como en septiembre del 2009, cachamos que no había posibilidad de llegar a acuerdo con ellos, si bien podíamos hacer acciones conjuntas, declaraciones, conferencias de prensa, ellos solidarizaron con nosotros cuando tomamos el Mapocho el 2009 con el ANDHA, fueron tremendo apoyo, pero, cachamos que políticamente no podíamos hacer más con ellos, porque no estaban en la idea de construir política y un partido político desde el pueblo en lucha, ellos más bien siguieron con sus posturas abstencionistas. Posturas que nosotros conocíamos porque de alguna manera éramos también de esa misma línea años antes. Pero en la lucha misma nos damos cuenta que no servía esa postura, porque al final la gente igual termina botando por la derecha, votando por la Concertación, o siendo reclutadas para ellos, y cachamos que incluso la gente que era más radical en la lucha por su vivienda, en términos políticos era bien conservadora. Nosotros teníamos dirigentes que en la pelea callejera eran con tuti, se agarraban con los pacos, cortaban calles, hacían barricadas, muy radical en la lucha por su reivindicación inmediata pero cuando empezabas a conversarles de política te dabas cuenta de que votaban por la derecha o la Concertación, o no estaban ni ahí con la política, entonces la radicalidad de la lucha no significaba una radicalidad política. Por lo tanto habíamos llegado a la conclusión de que esa radicalidad en la lucha teníamos que hacerla empatar con la radicalidad política desde un partido, no podíamos dejársela a los partidos del duopolio.
Entonces estas otras fuerzas políticas, estos otros compañeros del MPT, que eran más bien grupos ideológicos, no tenían esa necesidad, no tenían asambleas de cientos o de miles de pobladores a los cuales tenías que darle una conducción política y una esperanza política, porque si no las dejas al arbitrio de los partidos del sistema. Nos dimos cuenta de eso, por lo tanto nos fuimos del MPT, éramos doce grupos en ese minuto, estaba MPL, ANDHA Chile, MPST, Praxis, que era un grupo estudiantil, Hijos de Mafalda que es un grupo poblacional, Polo Izquierdo de la Memoria, que trabaja en derechos humanos, G80 que era una agrupación de militantes de izquierda de la década de los 80`s, habían otras agrupaciones de pobladores que no recuerdo ahora sus siglas, y bueno, en total éramos como doce o quince lotes, que propusimos la idea de formar el partido Igualdad, y afines del 2009 hicimos una primera convocatoria en la FECH, ahí estuvimos reunidos varias decenas de compañeros, y ahí se empieza a formar legalmente el partido, se forman asambleas, llega un notario, se juntan firmas, después se hizo una actividad más en Paseo Ahumada donde juntamos las firmas, movilizamos a la gente, y empezamos ya el 2010 a legalizarlo. Al comienzo era una coordinación de lotes, teníamos una mesa de coordinación donde iban representantes de todas las fuerzas políticas y movimientos sociales, pero donde cada fuerza seguía haciendo lo suyo, el MPL acá haciendo sus cosas, nosotros la nuestra, etc. Ahí lo que hacíamos era coordinar la acción “partidaria”, legalización, relaciones públicas, etc. Recién como el 2011, 2012, ya empezamos a hacer el trabajo de fusionar o de trabajar en conjunto desde los territorios, y ahí, tomando lo que me comentaste antes sobre el trabajo autogestionario complejo, empieza a haber, como dicen los compas, un tráfico de experiencias, de ideas, de formas de hacer las cosas, que se empieza a mezclar. Ahí por ejemplo entran las ideas de autogestión que el MPL había estado recogiendo, se empiezan a traspasar a socializar con más compañeros, en el caso del ANDHA bueno las formas más radicales o espectaculares de lucha que teníamos nosotros. Bueno, se empiezan a socializar cosas y empieza a tener una identidad más igualitaria, una cultura, y eso hasta ahora lo hemos mantenido, hemos tenido crisis, peleas y fraccionamientos, pero ese mecanismo de colectivizar en las comunas, en los territorios el partido permitió que las buenas ideas, que los conceptos más avanzados de algunos compañeros y compañeras se fueran expandiendo y difundiendo en el conjunto partidario. Así fue la fundación de Igualdad, y hemos tenido ya, digamos si tomamos en cuenta la asamblea de diciembre del 2009, ya ocho años de recorrido. De alguna manera creo que también con déficit en algunos aspectos y aportes en otros, porque cuando tú construyes un partido te das cuenta que no puede ser solamente un movimiento de movimientos sociales, tiene que serlo peor no solo eso, porque además tienes que enfrentar temas nacionales, entonces tienes que meter compas que le peguen a eso, cuadros políticos, etc. Entonces Igualdad es hoy día una mezcla entre un partido herramienta política, un espacio de los movimientos sociales, pero también, está presente y es necesaria la militancia de cuadros, cumple un rol fundamental sino la cosa no funciona. Es decir, es esa mezcla la que hemos estado empujando, por supuesto que además tenemos que responder a todo el tema legal, que es una paja en Chile ese tema, pero siempre entendiendo que nosotros no somos un partido que se pone de rodillas frente a la legalidad, tenemos que usar la legalidad, digamos “adscribir” a ella cuando corresponda pero nuestras dinámicas orgánicas partidarias, de lucha, debate y política interna, tienen que ver más bien con la cosa asamblearia, la cosa territorial, más que con la lógica de la ley de partidos políticos.
Ignacio: ¿Y a ojo de pájaro, cuantos militantes dirías tú que tenemos hoy día?
Iván: O sea, orgánicamente funcionando debemos ser unos 300, aprox. Afiliados son muchos más porque tu cachay que la afiliación se hace masivamente en las calles, las plazas, que se yo. Pero de compas vinculados orgánicamente al partido y a los comunales somos como 300. Ahora, también hay otro aspecto, que son los compañeros y compañeras vinculadas a la FENAPO, que si bien no siempre sus organizaciones no constituyen orgánicamente parte de Igualdad, es una agrupación de fuerzas poblacionales que ha declarado a Igualdad como su herramienta política. No sé si se entiende bien la diferencia, hay que entenderla, en el sentido de que ellos usan Igualdad como herramienta política pero no necesariamente sus dirigentes son militantes orgánicos igualitarios, ahora bien, muchos si lo son y reivindican al partido, pero militan de su espacio de lucha social, no necesariamente desde los comunales. Entonces por ejemplo en La Florida, los compas del comunal pueden ser orgánicamente 20, pero los compas que están en la lucha social de La Florida y que apoyan al partido, pueden ser 80 o 90 compañeros. El tema también pasa en Peñalolen con las asambleas del MPL, orgánicamente serán 30 o 40 compañeros, sin embargo las asambleas apoyan en la legalización, apoyan con las firmas, hacen campaña. Digamos que es esa parte de la militancia social, que no responde al criterio tradicional de militancia más dura, mas orgánica, pero que son nuestra militancia más cercana, no van quizás a una reunión comunal pero permanentemente están atentos, cuando hay que hacer campaña salen a hacerla, etc. En ese sentido el partido Igualdad tiene como dos almas, o dos espacios, por decirlo así. Claro, y el desafío es seguir creciendo e incorporar más movimientos sociales y además formar más compas, que es una deficiencia nuestra yo creo, formar más compas entre esos mismos dirigentes sociales.
Ignacio: Apropósito de lo que decías, Igualdad nació un poco sin orgánica y luego se fue constituyendo, cuéntame por favor de nuestra actual orgánica pero también de la evolución de ella, cual es la historia del proceso orgánico igualitario.
Iván: El primer momento donde damos un giro organizacional yo diría que fue alrededor del 2011, 2012, cuando la mesa nacional del partido era una mesa en que había delegados por cada grupo, y entonces empezamos a ver un problema, que es que los grupos que tenían más trabajo de masas, más trabajo social, más trabajo de base y más lucha en el cuerpo, pesaban lo mismo que otros grupos que eran grupos pequeños grupos políticos, valorables pero que no tenían un trabajo de masas, y se empezaba a generar lo que a muchos compas nos empezó a preocupar, una dinámica en que estos grupos eran los que hablaban en las reuniones una vez a la semana, y los compas de los movimientos sociales son los que hacían la pega, o no podían estar permanentemente, entonces notamos que podía empezar a darse una burocratización del partido, la que no permitiera una expresión desde debajo de las luchas mismas de los compas que estaban dando la pelea, y que así empezara a darse esto de que los que tenían tiempo, iban a las reuniones, y los que no, no podían ir, y no por que estuvieran viendo tele o jugando cartas sino porque estaban metidos en asambleas, en marchas, en movilizaciones, o resolviendo el problema del vecino de la vecina que aquí que allá, que son miles de problemas que hay en la lucha social, miles, miles, miles. Imagínate, un dirigente social de vivienda se hace cargo además de problemas laborales, familiares, etc. Por lo tanto los compas de grupos políticos, acostumbrados a la política solamente, se juntaban una vez a la semana, bueno, un poco para protegernos de esa burocratización, o riesgo de burocratización, como tampoco podías llegar a la mesa y decir tú pesas tanto, tú tanto, dependiendo de cuanta gente son, dijimos bueno, que todos los grupos se coordinen en los territorios, que en esos territorios se elijan coordinadores encargados de cada comunal, y que en el territorio se va a ver cuánto pesa cada quien, y las fuerzas más grandes tendrán por lo tanto más territorios, las más pequeñas menos territorios, y de esa manera hay una cosa más justa, una expresión hacia arriba de la realidad territorial. Ahora bien, eso también tenía un bemol, que en algunos casos había organizaciones muy masivas, como el caso del ANDHA Chile, pero tenía menos cuadros políticos en cada comuna, entonces igual se repetía en la comuna lo que queríamos evitar en la cosa nacional, pero por lo menos era una cosa más aterrizada en los territorios, y a nivel de base de que el peso de los movimientos sociales se hiciera más presente, más claro. Entonces ahí armamos el diseño este de los comunales. Todos los compañeros a levantar comunales en todas las partes donde teníamos presencia, y se eligieron los distintos encargados de comunal, los que participan del encuentro nacional de comunales. Ahí empieza a darse esa figura de los encuentros nacionales de comunales donde llegan los delegados y se van decidiendo las líneas del partido, y se hacen cada dos años. Ese fue el primer giro orgánico importante, el cual mantenemos y ha sido bastante valioso, y que nos ha permitido resolver de manera democrática nuestras diferencias.
Ignacio: ¿Y esta modalidad se diferencia de la estructura orgánica de otros partidos, de dónde viene?
Iván: Esa figura la inventamos nosotros, en el sentido de que no la copiamos de ninguna parte, que yo sepa, capaz que algún compa la copio y la propuso acá, hasta donde yo sé no la copiamos de ninguna parte. Yo creo que si se diferencia de las estructuras tradicionales de los partidos de izquierda, en el sentido de que hay una preocupación permanente por que el movimiento social en lucha tome este partido como su instrumento, y no generar una casta burocrática, como ocurre en muchos partidos, que termine usando a los pobladores a la gente que está en los territorios como sus soldados, eso es lo que queremos evitar y nos negamos rotundamente. Entonces, el estar bien instituidos como comunales, nos permitía disolver estas tendencias de los partidos de izquierda de generar fracciones ideológicas internas, porque en el fondo en un comunal tú tienes que articularte en torno a tu propia lucha, viendo los desafíos de tu comuna, o los planes de trabajo. Cuando uno se articula en torno a la lucha se da cuenta de que hay muchas más cosas que te aúnan que las que te diferencian. Hay muchas más cosas que te obligan a estar juntos que a estar peleados, entonces creo que este es un buen mecanismo, no es la solución total, la panacea, por que como te digo hemos tenido diferencias y fracciones igual, pero yo por lo menos defiendo esa forma de estructuración.
Ignacio: ¿Y después como ha seguido la evolución del proceso orgánico?
Iván: Bueno, después lo que hemos tenido han sido más bien adecuaciones, por ejemplo últimamente lo que hicimos fue que construimos comités temáticos, hay 11, para ordenar las tareas partidarias, donde empezamos a agrupar a compañeros dedicados a áreas de esos comités temáticos, y por frentes de lucha. Ahora tenemos compas dedicados a la lucha medioambiental, la lucha de vivienda que ya está más instalada por que es el origen del partido y esta la FENAPO y hay compañeros trabajando orgánicamente en eso. Esta también el tema de la pesca y el del borde costero. Son temas en los que hay que ir construyendo frentes de lucha transversal, o sea pasar del tema solamente territorial comunal, a estos espacios de lucha nacional. Ese es el desafío que tenemos ahora. Aparte hay comités de despatriarcalización, comité de comisión orgánica, de comunicaciones, etc., No los tengo todos en la cabeza pero hay 11 comités. De los cuales no están todos activos, o sea estamos empezando recién a articularlos, pero de aquí a un par de meses más deberían ya estar articulados todos esos comités, y que cruzado con el trabajo territorial comunal nos permitirán tener una política nacional.
Ignacio: O sea que la estructura orgánica sería hoy básicamente: movimientos y militantes, comunales, los comités y los frentes, y finalmente una comisión política.
Iván: La comisión política está conformada por los encargados regionales del partido, que se eligen en encuentros regionales de los comunales, más la directiva legal del partido, y además una modificación que hicimos hace poco, el año pasado, que fue compañeros por temas, por ejemplo comunicaciones, etc. Ahora tenemos que discutir si incorporamos a más en el tema de los frentes a la comisión política, es una discusión que tenemos que dar. Esa es la comisión política y se escoge democráticamente en una reunión de dirigentes de los comunales donde la idea es que cada comunal tiene un peso ponderado de acuerdo a la cantidad de militantes que participan en el comunal. Entonces se votan y escogen los compas por regiones, se escoge la directiva formal del partido, y ahí queda compuesta la comisión. En la última que elegimos, varios compañeros participaron re poco, compas que son bien prestigiados al interior del partido pero que en la práctica orgánicamente tienen menos tiempo para estar yendo a reuniones, entonces se empieza a dar ahí un especie de desgajamiento de los compañeros.
Ignacio: Ese es un temazo ¿no?. En las otras entrevistas que he hecho con militantes el problema del tiempo aparece todo el rato, y la verdad yo pienso que es un asunto de fondo, un desafío estructural de la transición al socialismo autogestionario, o digamos una transición fuera del capitalismo. Es decir, ese horizonte se va a construir sólo usando tiempo libre, que es justo lo que no tenemos, tiempo disponible respecto al trabajo asalariado y a la vida familiar, más aún en los tiempos actuales donde se asientan, paradójicamente, el desempleo estructural y el trabajo sin fin y precarizado. Por eso es que en el MPL intentamos liberar tiempo creando trabajo, este trabajo autogestionario complejo que te decía, que es al mismo tiempo lucha política y trabajo remunerado para parar la olla, aunque sea malamente remunerado, sea o no recuperando recursos estatales, por ejemplo fondos concursables, donde por supuesto siempre va estar al acecho la posibilidad de que eso se vuelva un mecanismo burocratizador.
Iván: Claro, sí, y el riesgo que hay con respecto a esto del tiempo acá, es que también los que empiezan a conducir los partidos son los que tienen más tiempo disponible, y muchas veces los que tienen más tiempo son los menos vínculos tienen con la lucha social, entonces se da el otro problema, que genera una burocratización. Entonces hay que estar conscientes también de eso, y creo que el partido lo está, de hecho hemos dado batallas para encarar eso varias veces al interior del partido.
Ignacio: Es complicado, y además complejo. Bien, y volviendo a la línea de la estructura partidaria y eso, entendí que según tú, Igualdad sí es una herramienta de los movimientos pero que también tiene cuadros, es mixto, y esta mezcla se requiere estructuralmente ¿No?
Iván: Claro, se necesita por razones políticas y técnicas. Incluso nosotros estamos surfiando, ensayando, con estos elementos, el partido es un instrumento político para los movimientos sociales, pero requieres cuadros para poder aportar técnicamente, pero también está el peligro de que se burocratice, entonces hay una permanente lucha por no ser un cascaron vacío digamos.
Ignacio: ¿Y en particular la estructura y el funcionamiento de la comisión política, en que se diferencia de la de un partido tradicional?
Iván: A parte de su composición y de cómo se origina, yo creo que es una constante puesta de oreja, un ponerle oído a los permanentes requerimientos de las compañeras y compañeros que están luchando en la base. Los partidos en los que yo milite antes, eran más bien verticalistas, entonces al final de cuentas era un consenso del partido donde hay una directiva que bajaba la línea, y todos estaban de acuerdo con eso porque había una directiva y se bajaba la línea. Esa es la forma más tradicional de los partidos de izquierda. Decían esto se hace esto no, y pa abajo se alineaban. Yo creo que hoy día eso no es posible, en los partidos en general, y en el caso particular de Igualdad de hecho no es lo que buscamos, entonces en la comisión política hay un constante requerimiento de recoger en la acción lo que señala el principio zapatista del mandar obedeciendo. Bueno que es lo que nos mandatan nuestros compas para ordenar esto digamos. Entonces más bien somos como una especie de oyentes de requerimientos, ordenadores y sistematizadores de requerimientos para nuevamente bajar de forma ordenada eso que recogemos desde abajo. No sé si lo hacemos bien o mal eso los compas tendrán que evaluarlo, pero creo que esa es la vocación, y de todos los compañeros del partido es esa, la comisión política no pretende instalarse dictatorialmente. Aunque efectivamente en algunos momentos hay espacios en que la que decide es la comisión política, frente a debates y diferencias. Incluso temas más complejos de la realidad interna, bueno, la comisión define. Pero yo diría que ocurre más lo otro, el que es un espacio de recoger opiniones, ponerle mucha oreja a esas opiniones, sistematizarlas, y traspasarlas ordenadamente al conjunto del partido. Ahora no somos tantos tampoco, no somos miles de militantes, entonces también es posible hacer esto. Quizás mas adelante cuando seamos muchos más o cuando el partido Igualdad pegue un salto en su organización política porque el pueblo pegara el salto, vamos a tener que resolver las cosas de alguna manera distinta, pero hasta ahora nos ha funcionado. Yo creo que va a haber un momento en que el pueblo chileno va a activarse, fundamentalmente sus capas más populares. Hemos vivido desde el 2011 acá la activación de las capas medias, dirigidas por la federación estudiantil fundamentalmente, este año vivimos la activación del movimiento feminista, tremendamente importante, no hay que desmerecerla por que tenga una fuente estudiantil, pero claramente hoy día es fundamentalmente un segmento de capas medias que se articula. Pero no hemos vivido aún una emergencia de la lucha popular, del pueblo más pobre, de los trabajadores y pobladores, del pueblo pobre de Chile, de la ciudad, del campo, de los bordes costeros. Yo creo que cuando eso se dé el partido Igualdad deberá tener la capacidad para integrar esas luchas en su seno, y por lo tanto no podemos ser un partido Inflexible, o rígido. Tenemos que ser un partido que sabiendo entender bien la coherencia del partido, sea capaz de ser permeable y permeado por el pueblo cuando esté en disputa por sus luchas, sus derechos. Entendiendo que los pobladores y el pueblo pobre no entra a un partido por razones ideológicas o políticas, entran a los partidos porque esos partidos expresan sus luchas y reivindicaciones. Entonces el partido Igualdad no es un partido ideológico, o sea, no es como el PC que te dice, este es el manifiesto del partido comunista, etc. El partido Igualdad ha crecido así, por que se acercan a él las compañeras y compañeros que luchan por su reivindicación y entienden que requieren una herramienta política para seguir esa lucha. Por tanto no es una cartilla ideológica la que acá les vamos a entregar a los compañeros que ingresen, es más bien un espacio de lucha y de organización. Por tanto eso también le imprime a este partido la necesidad de hacer, y de ser permeable, pero también de guardar la coherencia.
Ignacio: Me parece notable que el fundamento para lograr que no se burocratice Igualdad, sea una actitud, una responsabilidad personal, no una moral sino una ética, se trata del aprender una sensibilidad, un modo de escuchar, un saber moverse como dices tú, como “Oyentes de Requerimientos”. Al mismo tiempo, como tú señalas, el desafío está en lo que va a pasar cuando crezca Igualdad. Probablemente tendremos que generar sistematizaciones de esto que llamamos “poner oreja”, esta sensibilidad o disposición a la escucha del otro, para que se transforme en parte de la estructura orgánica. Es cierto, no sabemos si lo estamos haciendo bien o mal aún, pero estamos haciéndolo, y además es una forma de organizarse que permite generar las condiciones para que, a través de esta escucha mutua, se expanda esta autogestión compleja o esta socialización del poder, del poder popular.
¿Me puedes decir cuáles son las líneas programáticas fundamentales de Igualdad?
Iván: A ver, hay un tema de programa gubernamental, es decir lo que uno va a hacer cuando sea gobierno, ese es un tema, sin embargo mi lectura, desde mi punto de vista yo pienso que lo que el partido Igualdad tiene es un programa de acción política, que son ejes políticos básicos que los construimos desde que fundamos el partido, que son al menos cinco. Porque claro, nos dimos cuenta que estas son las cosas que queremos hacer y que nos diferencian de los sectores abstencionistas de la ultraizquierda por decirlo de alguna manera, y nos diferencia de los sectores más amarillos y reformistas. En primer lugar construir un partido para ser gobierno, no para negociar cargos, cupos y la hueá, este es un partido para que el pueblo mande, pa que sea gobierno. Para construir un gobierno de los trabajadores, los pobladores, del pueblo pobre. Ese es un objetivo político importante, que a mi juicio es fundamental para tener un programa. Después dijimos, somos un partido anticapitalista, no vamos a ser gobierno para hacer reformitas, vamos a hacer un gobierno pa transformar este país, pa darlo vuelta de cabeza, el echo del pueblo poder ser gobierno significa que el pueblo no le va a entregar la riqueza del cobre a los extranjeros, no le va a entregar tu salario a los patrones, no le va a entregar a los ricos tu derecho a la vivienda, no po, el pueblo lo va a tener para él, y eso es un programa anticapitalista. También dijimos, eso no se va a conseguir simplemente con elecciones o siendo gobierno. Aquí es la fuerza del pueblo el que va a imponer esto, estas transformaciones, no va a ser un diputado, un ministro, ni siquiera un presidente, será la fuerza del pueblo organizado. Por lo tanto como tercer elemento dijimos, se trata del poder popular. Es decir, el poder del pueblo es el eje fundamental de nuestras acciones políticas. No somos un partido legalista electorero, usamos la legalidad para construir pueblo. El cuarto elemento dijimos, por tanto, no podemos estar en alianzas truchas con la Concertación, hoy nueva Mayoría, ni con la derecha por supuesto, ni cagando. Entonces dijimos bueno, nosotros no vamos a aliarnos con ningún partido de los patrones, de los ricos, de la burguesía, nuestra alianza es con el pueblo que lucha, con nuestros hermanos de clase, con las organizaciones de base, etc. Por ello es un partido que no se va a aliar con ninguna partido de la burguesía, y ahí al tiro rayamos la cancha, porque hay otras fuerzas políticas que te dicen, no que nosotros somos de izquierda pero igual hay que juntarse con el partido socialista, somos izquierda pero igual vamos con este y el otro, no, nosotros ni cagando, estos hueones son nuestros enemigos y se acabó, pusimos la raya al tiro. Y en quinto lugar somos un partido de nuevo tipo dijimos, no somos un partido de izquierda que vamos a fundarnos de acuerdo a un discurso ideológico, no, somos un partido amplio donde está el pueblo, no es una ideología la que nos convoca es más bien un espíritu y una vocación de que el pueblo mande.
Con esos cinco elementos acordados, salimos a construir las alianzas, los acuerdos, la unidad y el partido. A mi juicio son los cinco elementos que seguimos teniendo y que nos mantienen en la dirección hacia dónde vamos, el programa en este sentido. Y por supuesto hay una bajada más reivindicativa, más de programa de gobierno, que nosotros elaboramos el 2013, cuando tuvimos la campaña de Roxana. Básicamente son fuentes de acción anticapitalista, y a mi juicio el más interesante y que aporta a la reflexión, es la concepción de que el anticapitalismo no es igual al estatismo. Lo interesante es como las fuerzas productivas, la economía, toda el modelo general se pone y articula en torno a la organización democrática de los trabajadores y trabajadoras, y por lo tanto la forma no capitalista de construcción de sociedad no es igual a Estado, no es igual a burocracia, es más bien igual a agrupación democrática de trabajadoras y trabajadores, y eso te da para cooperativas y múltiples formas asociativas, e incluso también para un Estado, pero para un estado pensado de otra forma, desde el control obrero como le llamaban, donde los trabajadores son parte fundamental de esa empresa estatal o publica, etc. Entonces esto nos abre un horizonte súper interesante para pensar y crear la sociedad futura, no con los cánones tradicionales del estatismo o tradicionales de izquierda, o según los partidos comunistas históricos o el estalinismo soviético, sino más bien desde la libertad de organización de los trabajadores en torno a la no explotación del ser hombre por el hombre. A mi juicio eso es lo más central, que articula el resto de los temas programáticos del partido. Y ahora estamos en la tarea de reelaborar programáticamente eso, porque además en el Frente Amplio se van a abrir discusiones programáticas, y como partido tenemos que dar nuestra lectura y definiciones, así que vamos a rearmar esa reflexión, con el espíritu de que el socialismo es lo que los pueblos y los trabajadores en los gobiernos van a hacer, más que una ruta prefijada es decir, el pueblo en el gobierno va a construir su sociedad, el pueblo en el poder va a construir su sociedad, y esa sociedad no va a ser la sociedad capitalista.
Leave a Reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.