En nuestro último Encuentro Nacional de Comunales, celebrado a fines de abril del presente año, entre las diversas decisiones colectivas que tomamos estuvo la de llegar con una candidata de nuestras filas a la Consulta Ciudadana en la que el Frente Amplio definiría su carta presidencial para noviembre. Sabíamos que el escenario era complejo y que existían altas posibilidades que en lugar de una consulta finalmente se pudiese conquistar la posibilidad de una primaria. La diferencia es legal, y en el segundo caso, nuestra compañera por ser militante no podría participar, quedando dos alternativas: Alberto Mayol y Beatriz Sánchez.
Finalmente ya es de púbico conocimiento que luego de un esfuerzo político extraordinario, Revolución Democrática, con el apoyo de otras fuerzas políticas del Frente Amplio, logró el mínimo de las 35.000 firmas que la ley exige y se pudo, anoche, inscribir las primarias legales. Esta es una noticia que alegra a todos quienes somos parte de la coalición. De aquí al 02 de julio se abre un período en que se requiere el máximo esfuerzo para movilizar a miles de personas en todo el país para que participen de esas primarias. Habrá un período de propaganda que incluye franja televisiva y en todas estas semanas -en un hecho inédito- y pese a contar con partidos legalmente inscritos en todo el país, la Nueva Mayoría tendrá que salir a las calles de manera tardía para reunir 35.000 firmas que le permita a Alejandro Guillier figurar en la papeleta a fines de año.
Para nosotros y nosotras, se va configurando en un escenario en el que por primera vez, en tres décadas, se van a medir dos bloques con proyectos de sociedad antagónicos. Quiéranlo o no, los autores de la memelogía con que disfrazan la pobreza de su crítica política, este Frente Amplio se define como una coalición política que se ha propuesto superar el Neoliberalismo para impulsar un nuevo modelo de desarrollo.
La batalla electoral que se avecina es enorme. El Gran Capital chileno y Transnacional tiene dos bloques que mantienen un blindaje político en torno a sus negocios: Chile Vamos y la Nueva Mayoría, desde el Frente Amplio asumimos entonces que no habrá días de paz en lo que se viene, que la crítica fundada o infundada se tomará las redes sociales y hará oídos sordos y ojos ciegos a una realidad para nosotros evidente: acá se está construyendo un programa de gobierno desde la autoría social y política de hombres y mujeres y desde organizaciones sociales que nunca fueron relevantes para los grandes actores de la política chilena. Una ofensiva intelectual desde abajo como se ha caracterizado correctamente a este proceso, que para nosotros implica además la articulación popular a torno a candidaturas parlamentarias rebeldes de hijos e hijas de nuestra clase.
No, acá no estamos jugando ni estamos siendo comparsa de proyectos ajenos, tomamos nuestro sitio y estamos construyendo.
Partido Igualdad
Que los Pueblos Manden!
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