A poco más de un año de instalada la alerta sanitaria, un control social excesivo hacia la gente y el despliegue de planes carentes de seguridad social por parte del gobierno empresarial de Sebastián Piñera, han imposibilitado frenar el avance de los contagios por la pandemia mundial producida por el Covid-19, y la profundización de la crisis económica en los hogares sigue sin dar tregua a millones: con más de treinta mil compatriotas fallecidos, miles de contagiados con secuelas aún desconocidas, 16 millones de vecinos y vecinas confinadas, más de un 30% de trabajadores sin posibilidad de salir a la calle a buscarse el pan de manera independiente, una tendencia histórica de aumento en la tasa de desempleo, y el “Plan paso a paso” que ha demostrado una centralidad obscena por reprimir la cotidianidad de las vecinas y los vecinos, acompañado en los últimos meses de un despliegue concreto e innegable de vacunas, pero mediáticamente instrumentalizadas por una gobernabilidad espuria y sin retorno de credibilidad.
Con cuarentenas, toques de queda sin garantías socioeconómicas, un tercer retiro del 10% cada vez más aplazado por la letra chica del oficialismo, sin efectos sanitarios que desciendan la curva de contagio – muerte, y con nula mejoría económica para las familias trabajadoras se cierra el primer trimestre del 2021.
El “Plan paso a Paso” ha empeorado la Pandemia, y la responsabilidad política de esta catastrófica realidad sanitaria y socio-económica es del Gobierno de Sebastián Piñera junto a su ministro de Salud Enrique Paris, pues a todas luces han puesto el interés del gran empresariado por sobre la vida de la población.
En este cuadro el “aplazamiento de las elecciones por medidas sanitarias” es inevitable pues la mala administración de la crisis sanitaria hace prácticamente imposible que las elecciones se hagan en abril.
¡Un gobierno sin credibilidad! ese es el principal problema que hoy tenemos para enfrentar la crisis sanitaria y socio-económica en los pies de barro del neoliberalismo. Por tanto, mientras ellos estén a la cabeza el “aplazamiento electoral por razones sanitarias” no es garantía de nada, porque no se trata solo de un tema de fechas, sino más bien de mejorar la administración de la pandemia, por eso estamos convencidos y convencidas de que se torna cada vez más gravitante un cambio de liderazgo y autoridades políticas que estén fuera del duopolio, sus aliados y que permitan dar mayor seguridad, dignidad y garantías sociales a la existencia de millones que habitan esta injusta y desigual realidad llamada Chile.
Por ello exigimos:
– La salida de Sebastián Piñera y Enrique Paris del gobierno. Piñera no puede seguir siendo el rostro del control de la pandemia, ni su ministro debiese seguir promoviendo una “mejora” en la administración que es inexistente frente a los hechos, además no tienen legitimidad social, ni capacidad política.
– Fin al toque de queda y al estado de excepción represivo que solo han empeorado la existencia, dignidad y libertad de los pueblos en el actual contexto.
– En lo inmediato y urgente, la conducción de la lucha contra la pandemia, en materia sanitaria y económico sociales, la debe asumir un comité especializado, constituido por expertos y representantes de las organizaciones, que tengan legitimidad ante la población, y por sobre todo que tengan como objetivo la salud y bienestar de las personas como sentido y horizonte común.
– Las elecciones deben hacerse sobre la base de la seguridad sanitaria de nuestros pueblos. Por tanto, se deben empujar medidas concretas para que la crisis de salubridad se mejore y se revierta la crisis socio-económica.
Hacemos un llamado a los pueblos de Chile, a crear comandos comunales de control de la pandemia en los territorios y de control de las alcaldías donde la administración ha sido desastrosa y la gobernabilidad a esta altura es ilegítima.
Proponemos lo siguiente:
1. Consideramos que el principal aspecto a resolver por el Estado es la protección socioeconómica de las familias trabajadoras. La única forma de detener la circulación del virus a corto plazo es permitir que la gente se quede en su casa sin estar obligada a salir a trabajar para buscar el sustento, exponiéndose al contagio y la muerte.
2. Cuarentena nacional digna con un ingreso universal de emergencia, seguridad social garantizada y promovida por el Estado.
3. Aumentar los recursos para salud sin parámetros mercantiles porque las necesidades sanitarias no son del sistema, sino que de la población.
4. Aprobar rápidamente el 3er retiro del 10% sin letra chica para que las vecinas y los vecinos puedan hacer cuarentena sin la angustia del ingreso familiar.
Comisión Política Partido Igualdad.
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