“Trump, fuera tus manos de Venezuela!”

A LA COMUNIDAD NACIONAL E INTERNACIONAL

Comunicado Público de Organizaciones Sociales y Políticas de Chile ante la Presión Militar de EEUU a la República Bolivariana de Venezuela

Desde el inicio de la revolución bolivariana en Venezuela, con Hugo Chávez Frías primero y hoy con el presidente Nicolás Maduro Moros a la cabeza, los distintos gobiernos de Estados Unidos han venido aplicando múltiples acciones para desestabilizar su orden constitucional, sembrar el caos social, propiciar la guerra política, la insubordinación militar y ahondar la crisis económica. Como sabemos, todo ello con el propósito abierto de derrocar al gobierno bolivariano, para así lograr reapropiarse de los recursos naturales estratégicos de Venezuela y volver a mantener su control político y territorial en el hemisferio.

Desde entonces, la reaparición de nuevas potencias como China y Rusia, de la mano de otras más emergentes como India o Brasil, sumado al estancamiento cada vez más profundo del proyecto de la Unión Europea, han acelerado drásticamente el reordenamiento y las disputas geopolíticas en todas las regiones del mundo, y con ello también un recrudecimiento de los ataques a la Patria de Bolívar.

En este contexto, y particularmente desde el 2019, bajo la dirección e impulso del gobierno estadounidense y con el patrocinio de distintos organismos y gobiernos, como el FMI, la OMC, la OTAN, la Unión Europea o el llamado “Grupo de Lima”, el mundo ha sido testigo de sistemáticas ofensivas contra el pueblo y gobierno venezolanos, ahora según las pautas y características de la llamada guerra híbrida: presidentes autoimpuestos e intentos de gobiernos paralelos; creación de distintas ONG´s que impulsan las llamadas revoluciones de colores; una incesante guerra sicológica e informática sobre la población, la opinión pública y las distintas instituciones; creación ad-hoc de nuevos organismos o foros internacionales; sofisticados complots militares; creación e incentivo a grupos armados irregulares; bloqueos económicos transfronterizos; ataques remotos a toda la infraestructura estratégica del país; asesinatos de líderes sociales; vetos y expulsiones de personeros en organismos multilaterales; ocupaciones y asedios de embajadas; ataques y conflictos permanentes en las principales fronteras; nuevos modelos de golpes de Estado, entre otras características.

No obstante, tras el desencadenamiento mundial de la Pandemia del Covid19, que tiene a la totalidad de los gobiernos del mundo abocados en la labor de resguardar y proteger por todos los medios la vida de sus habitantes, el gobierno de Donald Trump y con la colaboración de gobiernos títere de la región, ha sumado a sus medidas de presión y ataque una nueva ofensiva militar y política contra las tierras de Bolívar. Aprovechándose esta vez de las nuevas debilidades circunstanciales del sistema jurídico, político y económico internacional producto de la pandemia del Covid-19 y ya habiendo ensayado desde hace meses distintas incursiones y ataques a infraestructura militar y civil, hoy, bajo la excusa de la lucha contra el narcotráfico, ha ido desarrollando una nueva estrategia de ataque. Por un lado, ha desplegado a gran parte de la flota de su Comando Sur frente a toda la frontera marítima de Venezuela, y por otro, con ayuda y abierta colaboración del gobierno colombiano de Iván Duque, han promovido la formación de grupos paramilitares colombo-venezolanos con pretensiones de incursión en Venezuela.

Ante estos gravísimos hechos, las/os abajo firmantes declaramos:

1. Que la actual maniobra del gobierno de Estados Unidos de movilizar tropas del Comando Sur hacia el Caribe, el Pacífico oeste y al territorio fronterizo, bajo el supuesto combate al Narcotráfico, no es nada más que una fachada para dar curso a una presión y hostigamiento militar de gran escala sobre la República Bolivariana de Venezuela.

2. Que la recompensa de millones de dólares ofrecida por órganos estadounidenses por la “cabeza” del presidente constitucional Nicolás Maduro Moros y otros líderes del gobierno bolivariano, no es más que la abyecta expresión de un plan que por meses se ha venido fabricando para dar cobertura y justificación a los planes injerencistas e invasores de estos últimos días y a posibles o futuros magnicidios.

3. Reconocemos y denunciamos que esta nueva ofensiva militar y política del gobierno de Donald Trump hacia el pueblo venezolano, se basa, al menos en estos aspectos:

a. Ante el reordenamiento cada vez más policéntrico y multilateral de las relaciones internacionales y de la geopolítica mundial, el unilateralismo prepotente y rapaz de EEUU y del Pentágono, busca desesperadamente recapturar y subordinar a sus intereses los territorios de América Latina y el Caribe.

b. Ante una baja considerable en las posibilidades de reelección presidencial, producto de los miles de muertos e infectados por el mal manejo en la expansión del Covid-19 en su territorio, Trump ha decidido crear esta crisis externa para desviar la atención, dar nuevas señales e intentar recuperar con ello el apoyo de su electorado, principalmente de los Estados de Florida.

c. Reapropiarse de los recursos naturales, en particular del petróleo, tras la bancarrota del fracking y de la debacle económica mundial en curso.

d. Aprovechar la crisis mundial producida por la pandemia, que tiene a la opinión pública, a los organismos internacionales y a las fuerzas sociales y políticas de los países del mundo, incluido los EEUU, dedicadas en asuntos de salubridad internos, para agredir con total impunidad a un pueblo de Nuestra América.

4. Esta operación por parte del gobierno de EE.UU. y del Pentágono, además de atentar contra todos los pactos y preceptos de “tregua” en cualquier conflicto entre naciones, que promueven abrir canales de ayuda humanitaria ante catástrofes como la Pandemia de alcance Mundial que atravesamos, ha profundizado el embargo y bloqueo de Venezuela en momentos urgentes y difíciles para todo la humanidad, sobre todo en la adquisición de material e insumos sanitarios, de provisión de energía y en la tarea de asegurar transporte o movilización que permita repatriar a los miles de ciudadanos que buscan retornar desde distintos continentes. Además, viola importantes principios y tratados internacionales como el derecho a la autodeterminación de los pueblos, el derecho a una resolución pacífica de los conflictos y la no intervención en asuntos internos de otras naciones y pueblos.

5. Denunciamos la complicidad del gobierno de Chile, en particular del presidente Sebastián Piñera y su Gabinete, por callar, silenciar y/o subestimar tristemente esta operación de ataque directo a un país hermano y vecino de Nuestra América, con la agravante de estar realizándose en medio de esta crisis sanitaria mundial. Esta conducta los convierte en cómplices activos de la posible destrucción de vidas y de la institucionalidad de dicho país, además de una nueva crisis humanitaria en nuestro continente, esta vez con insospechadas consecuencias sociales, políticas, militares y económicas.

6. Hacemos el llamado todas las autoridades y sectores de los otros poderes del Estado a pronunciarse y buscar detener dicha acción guerrerista y demencial del gobierno de Estados Unidos, y de la colaboración vergonzosa de parte de la Unión Europea y de algunos países de la región.

7. Nos sumamos a la exigencia que han realizado distintas organizaciones chilenas y latinoamericanas pidiendo frenar la ofensiva bélica del gobierno de Trump y el retiro inmediato de las tropas estadounidenses de todo el territorio caribeño y latinoamericano.

8. Sabemos, y estamos conscientes que en la senda por defender la soberanía y preservar la autodeterminación, los pueblos se enfrentarán a distintos enemigos y obstáculos que buscarán apartarlos o sacarlos de dichos caminos de justicia y libertad. No obstante, hasta ahora todos los ataques y amenazas contra la patria de Bolívar han logrado ser neutralizadas gracias a las distintas capacidades que su Gobierno, junto a las Fuerzas Armadas y de Seguridad, han logrado desarrollar firme y estrechamente con su pueblo, el que hoy por hoy se encuentra en una gran sintonía cívico-militar, altamente organizado, preparado y cohesionado ante cualquier amenaza y ataque.

9. Finalmente, observamos atentos la guerra híbrida no declarada que la Casa Blanca libra contra el pueblo venezolano y la resistencia del Palacio de Miraflores. No dudamos que esta doctrina podría estar operando también contra Chile y su pueblo, que desde octubre busca abrirse camino hacia nuevos paradigmas. Por lo mismo, es deber de todas y todos los chilenos que buscamos cambios de fondo en nuestro país, solidarizar activamente con la hermana República Bolivariana de Venezuela, y detener la agresión yanqui contra Nuestra América, para no ser nosotros también objeto del castigo que buscarán darnos en caso de conquistar, en el marco del proceso constituyente que vivimos, nuevas posiciones para el pueblo y reasegurar con ello la soberanía sobre todos nuestros recursos y territorios.

Por lo mismo, hacemos nuestras y respaldamos las palabras que al respecto señalara el presidente Nicolás Maduro Moros hace algunos días: “Ninguna agresión imperialista, por feroz que sea, nos desviará del camino soberano e independiente que desde hace 200 años hemos forjado, como tampoco nos alejará de la sagrada obligación de preservar la vida y la salud de nuestro pueblo ante la pavorosa pandemia mundial del COVID-19.”

¡LEALES SIEMPRE, TRAIDORES NUNCA!

#HandsOffVenezuela

Movimiento Dignidad Popular

Partido Igualdad

Izquierda Libertaria

Convergencia 2 de Abril

Comité Chileno de Solidaridad con Palestina

Socialistas Allendistas

Movimiento Democrático Popular

Movimiento por la Unidad Docente

Tendencia – Temuco

Santiago de Chile, 08 abril de 2020

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