Nada más progre y más bonito en estos días que preguntarse si se puede apoyar a Venezuela sin que eso signifique apoyar a maduro. Nada más cómodo y vacilante que concederle a las derechas y sus aparatos comunicacionales que hay una crisis en Venezuela, así evitan tener una posición política y se consuelan levantando una actitud “humanitaria”.
¿Qué crisis hay en Venezuela?, el asedio y la agresión constante no pueden llamarse crisis. Crisis hay en Argentina que sin asedio ni agresiones, que sin bloqueos internacionales hunde a la mitad de su pueblo en la pobreza y subordina el país posible de las próximas décadas al sistema financiero internacional.
¿Recuerdan cuando desclasificaron los archivos de la CIA y su accionar contra la Unidad popular en Chile?, ahí salieron los trapitos al sol: el financiamiento del paro de los camioneros, el famoso “septiembre en octubre”, el rol del Mercurio, la derecha, la Democracia Cristiana y los colegios profesionales de la burguesía. Toda esa guerra comunicacional, ese desgaste, ese asedio al gobierno, ese bombardeo constante de mentiras y el sabotaje a la producción económica y la distribución de alimentos fueron generando las condiciones de nuestra “crisis” para que el pueblo viera como única solución un golpe de Estado. Ahora imaginen cómo han evolucionado los sistemas de espionaje, de sabotaje, de guerra psicológica y económica en estos 46 años desde nuestro septiembre de 1973.
Y no, no es que los miles de venezolanos que hay hoy en el mundo sean un invención del imperio, son el resultado del accionar del imperio y de una derecha sin patria ni valores, son los desplazados de un conflicto en que se juegan básicamente dos tipos de intereses: la concepción patriótica y revolucionaria que construye socialismo validando en las urnas cada paso y de otro lado la lógica de mercado que no se resigna a la posibilidad de que sea un pueblo -y no las empresas transnacionales- quien defina qué hacer con el petróleo y el oro venezolano.
Si a EEUU lo que le importara de Venezuela fuese su democracia, créanme que ya habría invadido Honduras y Haití, pero esos pobres países, salvo sus muchos pobres, no tienen nada que entregarle a sus salvadores. Si a EEUU realmente le interesara la “crisis” de Venezuela, créanme que no castigarían las operaciones de mercado cuando el gobierno de Maduro trata de comprar medicamentos y alimentos como cualquier otro país a cualquier otro país del mundo.
Eso de asfixiar la economía, bloquear, embargar y luego denunciar al mundo que hay una crisis y que eso justifica cualquier tipo de intervención es parte de un libreto que EEUU viene practicando hace rato, pese a lo repetido, la fórmula sigue funcionando.
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