Hasta el primer debate entre Mayol y Sánchez, la presencia mediática de la candidata había opacado inapelablemente a Mayol. Es el papel político que juega la prensa: expone, instala, construye eso que llaman “opinión pública” y la gente masivamente consume.
Mayol ha logrado en las últimas dos semanas dar una clara muestra de que, aún cuando habla desde la academia, logra hacerle sentido a la gente con una impresionante batería de argumentos. Y es también -entre otras cosas- un ser mediático. Sabe desenvolverse en diversos temas, administra de manera correcta los énfasis y hace de la ironía un elemento sutil pero efectivo para reforzar una idea.
La gente ha tenido la oportunidad de ir comparando no solamente a Alberto con beatriz, nos importa que vaya comparando al Frente Amplio con Chile Vamos. Declaramos que en 27 años por primera vez, y pese a los variados intentos por romper el binomal que sostenía el duopolio, esta vez emerge con una fuerza inédita y poderosa un bloque político que se declara antineoliberal, que separa aguas de la Nueva Mayoría, y que amenaza de manera real la falsa estabilidad de los dueños materiales de Chile.
Hoy podemos afirmar que un país sin gente muriendo masivamente en listas de espera hospitalaria está cada día más cerca. Que el CAE y la deuda educativa con un gobierno frenteamplista tiene sus días contados o que de una vez por todas sean los propios trabajadores quienes definan qué tipo de sistema social de previsión quieren.
Es mucho lo que está en juego hoy, como partido abrazamos la candidatura de Mayol porque se define políticamente mucho más cerca del país que nosotros interpretamos, pero por sobre todo abrazamos la posibilidad, en la construcción del Frente Amplio, de que ahora si por fin gopeemos de vuelta ese neoliberalismo que depreda la naturaleza y construye fortunas para un puñado de familias multiplicando la pobreza de varios millones de personas.
Que los pueblos manden!
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