PS Invertions

En rigor, los periodistas de MEGA tuvieron que hacer bien poco, bastó con apelar a la Ley de Transparencia y las multimillonarias inversiones del Partido Socialista brotaron con una generosidad que seguramente causó un justificado estado de excitación entre los investigadores. Premio a la chispesa.

Desde esta pequeña tribuna no vamos  a salir a festinar, pero tampoco da para solidarizar “con los miles de militantes honestos en todo Chile”. No estamos en los 90. No han pasado 10 ni 15 años desde que se iniciara la eterna transición a la Democracia. Estamos por las tres décadas y no vamos a seguir confiando en el cuento ese de que las cúpulas son las malas y las bases –por ser bases- son las buenas. El aparato del Estado se lubrica con esa “militancia honesta” que tramita, que burocratiza, que niega la vivienda social porque prefiere mantener los privilegios de las inmobiliarias, esa militancia, empleada en ministerios e intendencias, es la que ampara y justifica la acción policial en la Araucanía, es la que calla frente a los abusos a escolares en las calles y comisarías. No, acá no vamos a conceder eso de seguir levantando el discursito agradable y políticamente correcto que apela a una figura política que no solo lubrica al Estado, además sostiene electoral a quienes nosotros queremos desalojar del Poder.

El Presidente del Partido Socialista podrá repetir más veces incluso mañana -y pasado- que ningún militante se ha visto beneficiado con las inversiones de su partido, la verdad es que bien poco nos importa si se beneficiaron o no, lo que nos queda claro es que desde la prensa, como militantes, como diputados o senadores, como ministros o intendentes,  a la gente le dicen una cosa, pero invierten los recursos económicos de su partido en empresas que van directamente contra los intereses de la gente.

En este mar de ambigüedad, de verdades a medias y  simulaciones institucionales, hay una verdad tan grande como una catedral: mezclaron dinero con política, invirtieron en áreas económicas que desde el gobierno o el parlamento debían fiscalizar. ¿Quieren ahora que la gente haga causa común y les crea que no legislaron pensando en los intereses económicos de su partido?. ¿Se entiende ahora porqué somos uno de los países con las tarifas más caras del mundo en consumo de agua y electricidad?.

Finalmente hay una pregunta para Usted: ¿Seguirá votando por ellos?.

 

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