Reformas, Reformitas y la bazofia.

¿En qué consisten fundamentalmente la reformas que anuncia la Nueva Mayoría?, digamos primero que están hechas de la misma falsa materia que aquellas que se anunciaban cuando se llamaban Concertación, un relato político en el que campea la frasecita bonita, lo republicano, lo institucional, pero también “la gente” y eso de la “profundización democrática” que verbalizan con tanta cívica devoción.

De la elección directa de Intendentes -que pasarán a llamarse gobernadores- la presidenta de la República dijo que se trataba de un acto de justicia, “esto significa más y mejor Democracia para las regiones” dijo, y un séquito de funcionarios asentía con su cabecita agradeciendo a la vida poder servir a una presidenta así de iluminada. Bazofia.

La verdad es que en el proceso legislativo la atención estuvo puesta en que si habría o no habría elecciones, pero en el cambio de Intendente a Gobernador este perdió considerables atribuciones haciendo que el cargo sea al final básicamente decorativo. Decorativo y caro. Las elecciones cuestan plata. Decorativo y absurdo, no solo no profundiza la Democracia, la empeora.

Si la democracia que ofrecen consiste en que concejales y alcaldes deban renunciar a sus cargos para postularse a este nuevo cargo regional, pero los parlamentarios no, ¿en qué consiste exactamente esa “profundización de la Democracia?. ¿Qué posibilidades reales tiene una persona que no sale en la tele, que no gana un sueldo millonario y que eventualmente no ha hecho ninguna carrera política?, escasas por decirlo menos.

Un cambio real habría sido dotar a esta nueva figura institucional de atribuciones reales, la descentralización con la que todos hacen gárgaras consiste en que cada región vaya construyendo un destino parido en la región y no burocratizado en la Capital. Pero al final se nos entrega un cargo decorativo y al que se puede postular desde el parlamento sin renunciar al cargo. Vaya avance.