Siria, pese a la agresión de anoche, está cada día más cerca de la paz, y cuando hay paz, los principales vencedores son los pueblos porque son sus hijos e hijas quienes caen en las primeras líneas de combate. La cercanía de la paz convoca miedos e inseguridades por parte de las potencias mundiales que pierden un territorio absolutamente estratégico para sus intereses en la región, peor aún, no terminan de aceptar que la instalación de la influencia rusa y china asegura la paz que quienes vienen financiando el terrorismo contra el gobierno de Bashar al Asad nunca podrán ofrecer al pueblo sirio.
Ayer, un par de horas antes de los bombardeos, la portavoz del departamento de Estado norteamericano señalaba a la prensa que su gobierno tenía “pruebas” de que se habían utilizado armas químicas en un ataque contra la población civil en Siria hace unos días y que el responsable era el gobierno de Al Asad.
Por historia, cada vez que cae un misil disparado por EEUU, los pueblos del mundo tenemos derecho a una legítima duda acerca de la integridad política que hay detrás, hoy no es la excepción: las fuerzas militares sirias de Al Asad, acompañadas de Rusia principalmente, han sido tremendamente exitosas en el combate contra los que fueron bastiones de ISIS. Esta lucha contra el terrorismo internacional, que busca impedir que sigan muriendo franceses, ingleses y norteamericanos en sus propios países, ha sido absolutamente saboteada por esos mismos países de manera sistemática en suelo Sirio. Sus propios ciudadanos no les importan.
Hace poco, las fuerzas de la paz en Siria habían recuperado otra ciudad que era bastión terrorista: GUTA, avanzando de ese modo en la consolidación de la expulsión absoluta del terrorismo, pero cada vez que ese objetivo se ve cerca, ocurren hechos inesperados como estos supuestos ataques químicos que luego vienen acompañados de bombardeos norteamericanos.
¿Qué pasó realmente en la localidad de DUMA?
Eso es algo que expertos de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) debían averiguar, su llegada estaba prevista para hoy y debían realizar una inspección a la zona. Como en situaciones anteriores, el régimen sirio les abre las puertas y les otorga completa libertad para investigar, pero curiosamente el régimen de Trump no tiene la misma impresión y ayer antes de los ataques su portavoz señalaba que las pruebas que puedan reunir eso expertos no son relevantes para EEUU ya que cualquier decisión que se tome se basa “en sus propias fuentes”.
De todas maneras, más allá del efecto mediático de la agresión nocturna, Francia, Inglaterra y EEUU tienen hoy una meridiana claridad respecto de que solo de la mano del terrorismo pueden mantener una cierta influencia en una región que de la mano de China y Rusia anuncia una nueva oportunidad a la Paz.
/Igualdad
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