ANTE TANTA INFAMIA ¡¡A RECUPERAR LA SOBERANÍA PARA EL PUEBLO !!

Lo que millones de chilenas y chilenos intuíamos que pasaba en las esferas de poder, hoy queda en evidencia con toda su brutalidad. Las informaciones que conocemos a diario y que involucran a cada vez más personajes políticos y empresariales del país en oscuros negocios delincuenciales, solo pueden llevar a una conclusión: la élite política que dirige el Estado capitalista chileno está podrida y sin remedio.

Queda cada vez más claro que el pueblo chileno, en su anhelo de vivir en un país con dignidad, justicia y transparencia, se enfrenta a un verdadero cartel político delincuencial, que usa todos los medios ilegales, ilegítimos e inmorales, para aferrarse al poder y mantener sus privilegios. El tráfico de influencias, el cohecho, el abuso de poder, la violencia, el robo descarado, la corrupción, la falta de moral y ética en el actuar de los políticos y grandes empresarios, son el pan de cada día que tenemos que soportar todas y todos.

Ya desde la dictadura, la relación corrupta de los políticos que dirigen el Estado con los grandes grupos empresariales, habían hecho de la institucionalidad chilena una herramienta para favorecer los intereses de los poderosos. Eso no acabó con la vuelta a la democracia. Durante décadas, la impunidad de los delitos de políticos y de los grandes grupos empresariales, siguieron socavando y corrompiendo todas las instituciones públicas del país.

No solo la élite política es la podrida. También las fuerzas armadas, carabineros y PDI. Ahora hay evidencia concreta que la corrupción azota a las más altas esferas de poder judicial y a las fiscalías, donde operan los tentáculos de los poderosos de siempre.

Seria innecesario listar todos los innumerables personajes de la derecha involucrado en estas fechorías. Pero ¿cuántos hermosillas no hay también en la Concertación? ¿Qué otros personajes nefastos siguen en el anonimato y en las sombras? ¿Cuantos más siguen en este mismo momento moviendo los hilos del poder en favor de los poderosos de uno y otro bando? La corrupción inherente al sistema neoliberal ha contaminado todo el sistema político, incluso los que se decían venían a salvarnos de ella. Las viejas y nuevas fuerzas políticas en el gobierno, también han sucumbido ante ella.

No queda rincón del Estado que no esté contaminado con corrupción en sus distintos niveles. La descomposición y podredumbre es profunda. Por tanto la limpieza también deberá ser profunda.

En el 2019, el pueblo chileno intuía toda la trama de corrupción que atravesaba a la clase política. La rebelión popular de octubre así lo dejó claro. Hoy todas las pruebas están a la vista. Hay muchas más razones para exigir que se vayan todos. Hay mucha más necesidad de construir una alternativa política que se enfrente al cártel que pretende seguir dirigiendo los destinos de todo el pueblo.

Pese a todo hay esperanza. Tenemos que recuperar la soberanía como pueblo. Depende de las chilenas y chilenos poner término a tanta infamia.

Be the first to comment

Leave a Reply