Frente la crisis de la Siderúrgica Huachipato ¡Nacionalización ahora!

La crisis de Huachipato es otro fracaso del neoliberalismo chileno y del Estado subsidiario, donde el dumping chino es solo un factor más.

Una vez mas los grandes empresarios se embolsan las ganancias pero cuando hay problemas tratan que los trabajadores y el estado paguen la crisis. Ayer las acciones de CAP ¡subieron! ya que los fondos de inversión esperan que otros carguen el muerto y la empresa se dedique a negocios más lucrativos como la minería de tierras raras.

También el Estado es responsable, ya que renunció desde 1973 a tener una política de industrialización avanzada, privatizando a precio de huevo las empresas públicas exitosas como Huachipato y desentendiéndose de su suerte hasta hoy.

Para salir de la crisis se necesita mucho más que la aplicación de salvaguardias, una medida que apoyamos pero que es insuficiente y llega tarde; se requiere que el Estado retome su responsabilidad con la industria nacional, con participación de los trabajadores y de la Región.

En el caso de la Siderúrgica Huachipato, como partido consideramos que la única acción que hoy puede evitar la quiebra es la nacionalización de la empresa. Se ha hablado de diversas medidas, como las salvaguardias o mayores impuestos al acero chino, ley de cuotas que obliga la compra de un porcentaje de acero nacional, la inversión directa o los préstamos con aval del Estado. Pero para que estas medidas sean efectivas y no terminen en un pozo sin fondo o en los bolsillos de los fondos buitre, es fundamental que la Siderúrgica Huachipato sea intervenida y deje de estar bajo control de CAP, que se farreó la empresa.

Por lo tanto, si hay medidas estatales para salvar la empresa y darle seguridad a los trabajadores estas deben ser compensadas con una participación mayoritaria del Estado y los trabajadores en la propiedad y administración de la empresa.

Esta medida cobra mayor sentido si además avanzamos a una nueva estrategia industrial a nivel país, donde el Estado, los trabajadores y las comunidades asumen un rol protagónico en impulsar y coordinar un plan de modernización y renovación de todo el parque industrial, reorientando la economía hacia una que termine con el neoliberalismo y el saqueo extractivista.

23 de marzo del 2024