Declaración de Principios del Partido Igualdad

UNO. El Partido IGUALDAD, nace para alcanzar un gobierno de la clase trabajadora y los pueblos en nuestro país. Nuestro empeño es la creación de un instrumento político que organice, apoye y acompañe la lucha del pueblo de Chile por sus derechos y lleve a la clase trabajadora al gobierno. Un gobierno del pueblo trabajador sólo será posible por la unión, organización y movilización de todos y todas las mujeres y hombres que queremos construir una sociedad con justicia, libertad, igualdad y dignidad.

DOS. Hoy son los grandes capitalistas -nacionales y extranjeros- quienes tienen el poder en la sociedad chilena. Se apropian de la riqueza nacional, explotan a la clase trabajadora, depredan la naturaleza, abusan con la gente, concentran en pocas manos nuestras riquezas naturales y solo nos dejan las migajas. El pueblo trabajador es el creador de toda la riqueza, y sin embargo estamos excluidos de sus beneficios y su administración. Vivimos permanentemente la pobreza, explotación, abusos, injusticias, precariedad y falta de futuro. Es la clase dominante y sus malos gobiernos los que mantienen este orden de desigualdad e injusticias. Por ello Chile necesita un Gobierno Popular y una Constitución Política que impulse una profunda redistribución y democratización de la riqueza y del poder.

TRES. Promoveremos el desarrollo de la solidaridad, organización, movilización y unidad del conjunto de los pueblos de Chile para alcanzar sus derechos, para terminar con la fractura social que arrastra nuestro país y que ha profundizado la desigualdad y la deshumanización. Postulamos un orden político donde el pueblo trabajador sea el protagonista a través de mecanismos de participación y toma de decisiones que hagan efectivo el despliegue de su energía social creadora, propositiva y transformadora en dirección de construir una sociedad donde la soberanía popular sea respetada. Una sociedad fundada en nuestros derechos e intereses como trabajadores y pueblos, con nuestros contenidos y modos propios, basados en la razón y los intereses del pueblo. Una país basado en las justas esperanzas de quienes viven los problemas cotidianos y comprenden que la única libertad posible es la que es libertad y justicia para todas y todos y no sólo para unos pocos. Postulamos un Chile profundamente solidario en donde la dignidad, felicidad y el desarrollo pleno de las personas sea lo fundamental. Donde los frutos de nuestro trabajo y de las riquezas naturales del país, se repartan equitativamente y estén al servicio de nuestras familias, de nuestros pueblos y del desarrollo del país en su conjunto y no sólo de un puñado de privilegiados. Todos estos cambios reales solo se pueden realizar desde un gobierno de la clase trabajadora, desde una nueva institucionalidad y desde un nuevo tipo de Estado. Por ello vamos a crear un nuevo tipo de gobierno: el gobierno democrático y participativo del pueblo, y una nueva Constitución Política para Chile: La Constitución de la Igualdad.

CUATRO. Postulamos una sociedad basada en relaciones desinteresadas, honestas, armoniosas y humanas entre todos los habitantes del país, donde se termine con la explotación de los trabajadores y las trabajadoras, el abuso contra los consumidores y consumidoras, la destrucción de la naturaleza, y la mercantilización de todos los ámbitos de nuestra vida, incluidos nuestros derechos más fundamentales. Una sociedad transparente y democrática en la cual los pueblos y las y los trabajadores administren por si mismos sus intereses y destinos. Donde el ser humano sea libre de pobreza, miseria y explotación. Donde todos puedan acceder libremente a la cultura y a los beneficios espirituales y materiales que el desarrollo de la humanidad permite. Una sociedad donde la libertad de pensamiento, espiritualidad y crítica sea garantizada y todas y todos tengan derecho al uso de los medios de comunicación para dar a conocer sus ideas, críticas, propuestas y proyectos. Una sociedad donde el poder se ejerza desde el pueblo organizado y nunca más el negociado, el lucro y riquezas de unos pocos privilegiados estén por sobre los derechos de los pueblos, los y las trabajadoras y sus familias. Buscamos construir una sociedad sin explotados ni explotadores, que se base en los siguientes pilares: a) Que supere al capitalismo y al patriarcado. Iniciaremos el proceso de construcción de una sociedad que supere a la actual organización capitalista de la producción, la distribución, el intercambio y el consumo. Y que supere también a su forma de organización política. La sociedad que postulamos se sustenta en el principio de que la riqueza la producimos colectivamente y que, por tanto, colectivamente debe ser distribuida. Pero también comprendemos que no basta con la lucha por derribar el capitalismo, si esa lucha no se acompaña de la lucha contra el patriarcado. El patriarcado es el sistema de dominación masculino sobre las mujeres y niños/as en la familia y ese dominio se extiende sobre las mujeres en la sociedad en general. Es una forma de dominación que permea nuestras vidas y atraviesa los distintos sistemas económicos, sociales, culturales, familiares, legales, etc. Por eso no basta con derribar el capitalismo. Es necesaria también la lucha por la despatriarcalizar la sociedad, como un camino a construir una comunidad justa, del buen vivir, solidaria, en donde todas y todos tengamos espacio y seamos iguales. Por ello, valoramos y compartimos el feminismo comunitario, por la importancia que tiene para las luchas de liberación de las mujeres y pueblos, y porque es pensamiento revolucionario y piedra angular para avanzar en la despatriarcalización; b) Donde el pueblo sea soberano. La superación del capitalismo demanda una nueva forma de organización política, una donde el pueblo sea realmente el soberano y ejerza de forma democrática, participativa y organizada su soberanía. La República en la que el pueblo es soberano es una forma de organización política que hace descansar en las mayorías populares organizadas, y no en sus representantes minoritarios/as oligarquizados/as, la responsabilidad legislativa y la formulación de políticas, su ejecución y su fiscalización. Es el instrumento por excelencia de autogobierno del pueblo. En ella, las autoridades administran y ejecutan la voluntad popular, pero las decisiones respecto a qué políticas ejecutar y cómo ejecutarlas son del pueblo soberano. Con ese fin crea sus propios instrumentos de gobierno. De ellos, el más importante son las asambleas populares permanentes, que tienen la función de la deliberación política-legislativa y la fiscalización de la administración de las instituciones públicas. Así, en la república en la que el pueblo es soberanos se distribuye el poder político en la sociedad democráticamente organizada que será la base y fundamento de la organización del nuevo tipo de Estado; c) Con derechos sociales garantizados. En la sociedad que nos hemos propuesto construir, los derechos fundamentales a la educación, la vivienda, la jubilación digna, los servicios básicos, la alimentación de calidad y la salud son anteriores a cualquier otro derecho o privilegio. Por ello, es una obligación de la sociedad y sus instituciones garantizarlos y hacerlos efectivos. Son universales y se garantizan para todos y todas por igual, y no pueden ser objeto de explotación para el enriquecimiento privado; d) Que garantice El Buen Vivir y supere el colonialismo. El paradigma de organización de la sociedad que queremos construir es ése que nuestros sabios pueblos originarios han denominado suma qamaña, sumak kawsay o küme felen, términos que se han traducido como “buen vivir” o “vivir bien”. El “buen vivir” es un paradigma de organización de la vida social, económica, cultural y política que se sustenta en la solidaridad, la comunidad y el colectivo, y en la unidad entre lo humano, lo biológico, lo psíquico, lo social y lo natural. Pretende el desarrollo de una vida de respeto, armonía y equilibrio con todo lo que existe. Por ello, es un modelo de organización radicalmente opuesto al capitalismo. A su individualismo, le opone la vida colectiva y comunitaria; a su explotación del trabajo, le opone el respeto por la dignidad humana; a su depredación de la naturaleza, le opone la armonía. El centro de una sociedad del buen vivir es el ser humano integral y no el lucro o la ganancia, superando así la matriz colonial impuesta por siglos.

CINCO. Somos el partido del pan, somos el partido de la casa, somos el partido del trabajo, de la salud y la educación dignas. Somos el partido de las obreras, de la dueña de casa, de los pobladores, de las temporeras, de las empleadas, de los pescadores artesanales, de los pueblos originarios. De los y las trabajadoras manuales e intelectuales, de los estudiantes, de las mayorías y minorías discriminadas y excluidas. Somos el partido de la tierra, el agua y el cobre. Somos el partido del mar, el campo y la ciudad. Somos el partido de la mujer y los dirigentes populares de base. Somos el partido de la libertad, la justicia social y la igualdad. Somos el partido de la nueva Constitución. Somos el instrumento político de los que se organizan y luchan, una herramienta necesaria para conquistar nuestros sueños. Somos el partido de los pueblos de Chile.

SEIS. Nuestro partido, representante de los derechos de los trabajadores y los pueblos de Chile, no apoyará ni será parte de ninguno de los bloques políticos de la clase capitalista y sus partidos. La única unidad, alianza y coordinación que nos interesa es la del pueblo trabajador movilizado por sus derechos.

SIETE. Promoveremos la más amplia participación de nuestros afiliados en las decisiones políticas del partido. Éstas serán resueltas por el conjunto del partido y sus estructuras de manera horizontal, democrática y radicalmente participativa y siempre de acuerdo a los estatutos que el conjunto del partido colectivamente aprueben. Dadas las garantías de participación ofrecidas por la organización, no se permitirá el paralelismo, los intentos antidemocráticos de torcer la voluntad colectiva del partido, ni los caudillismos que alienten la fractura, dispersión o liquidación de este instrumento político. Nuestro partido será el partido de todo el pueblo trabajador chileno, por lo tanto nuestras estructuras orgánicas y las asambleas del partido estarán siempre abiertas a todos los y las trabajadoras, pobladoras y ciudadanos chilenos que quieran movilizarse por sus derechos y busquen en nuestro partido un apoyo a su accionar.